Tu libro necesita un trasfondo profundo

Todas las historias tienen más de lo que se ve. Cuando un libro nos deja una huella en el alma y lo podemos recordar por largo tiempo, es porque contenía mensajes subyacentes que conectaron con nosotros a nivel personal. A veces tenemos claro el mensaje que intentaban darnos, pero en otras ocasiones el dilema fue tan sutil y estuvo tan bien entretejido en la trama que apenas lo notamos. ¡Esto es importante! Ninguna buena historia se ha contado con el interés de transmitir el relato puro.

¿Deseas ser un gran escritor? Entonces, necesitas un asunto primario, un conflicto moral y un tema profundo.

En mí experiencia hablando con otros escritores, el asunto de incorporar un mensaje profundo o un dilema moral en nuestros libros está claramente dividido. Muchos asumen que es algo obvio y necesario, pero hay otro sector que aun duda de que esto sea un requisito para todas las historias. Por este motivo debo hace hincapié en el tema. Incluir este subtexto no significa adiestrar a las masas o meter a la fuerza una moraleja rancia, hablamos de dar profundidad a tu trabajo. Y tu podrías decir «¿Es necesario, Nydra? Yo solo quiero contar mi historia. Además, el género que escribo es sencillo, no requiere de tantas cosas». Ah… no sabes cuántas veces he escuchado eso. Permíteme responder una vez más: ¡Sí! ¡Es necesario! Además, no es difícil si sabes lo que tienes que hacer. Te explicaré en qué consisten las tres cosas ocultas que debes tener en cuenta para darle intensidad y profundidad a tu trama.

Un asunto primario.

¿Qué es un asunto primario? Son las motivaciones instintivas que todos tenemos. No son evidentes mientras vivimos nuestras cómodas existencias modernas y revisamos las redes en el móvil. Pero están ahí y cuando las vemos en una historia nuestro subconsciente las entiende y se identifica. Este tema debe estar implícito en la trama pero no es necesario expresarlo en «voz alta». Son cosas que tú, como escritor, sabes que el protagonista protege o desea aunque no lo diga textualmente. Te daré algunos ejemplos que podrás identificar en cualquier historia famosa:

● El deseo de sobrevivir.
Como te imaginarás, aquí entran todas las historias en las que el protagonista debe luchar por su vida en cualquier contexto.

● La intención de preservar los genes mediante la reproducción.
¡Las tramas románticas! El romance es la búsqueda de sexo a nivel instintivo.

● El deseo de eliminar genes rivales para asegurar la sobrevivencia de tu estirpe.
Es por eso que odiamos a los villanos y a los rivales. Representan a una aldea competidora. Son gente que va contra los intereses de tu grupo y que debes eliminar para asegurar el bienestar de los tuyos.

● La protección de los seres queridos.
Todos podemos comprender el amor. Es un motivo suficiente para hacer cualquier cosa con el fin de proteger a las personas cercanas.

● Necesidades básicas.
Comer, dormir, refugio, salud, etc. Todos pelearíamos por estas cosas.

● Necesidad de afiliación.
Necesitamos pertenecer a un grupo, ya sea familiar o no, pero instintivamente sabemos que la supervivencia depende de ello. Somos seres gregarios.

Un conflicto moral

Si no hay conflicto moral, no hay libro. Este conflicto es un problema íntimo del protagonista. Es el asunto que deberá «rumiar» durante toda la historia; aquello que se pregunta a sí mismo, consciente o inconscientemente. Hasta que, cerca del final, encuentra la solución y la paz interior. La conclusión de este dilema –siempre– irá de la mano con la resolución del problema principal de la historia; pueden estar ligados o solo ser algo simbólico. Te doy algunos ejemplos comunes, pero puedes ser sumamente creativo con esto.

● El personaje no cree ser capaz de afrontar el problema.
Al final encontrará su fortaleza interior y triunfará.

● Tiene miedo de las consecuencias.
Eventualmente deberá sobreponerse al temor, ganando una fuerza moral superior que le dará las herramientas para vencer.

● No siente que sea su responsabilidad, así que no desea embarcarse en la aventura.
Cuando el protagonista se dé cuenta que el destino de todos está ligado y que él, igual que cualquier otro, tiene el deber moral de buscar el bien mayor, triunfará.

● Responsabiliza a alguien más de sus problemas.
Cuando encuentre en su interior el valor para responsabilizarse por sus acciones y su futuro tendrá la habilidad de cambiar su destino.

● Quiere obtener algo egoísta.
En el momento en que anteponga el bienestar de todos los demás a su ambición personal, estará en posición de hacer lo necesario para resolver la trama.

Tema profundo.

Este es el punto que cuesta más trabajo, pero es el que dará mayor calidad a tu escrito. Un libro no habla realmente de la historia que estamos viendo, sino de un problema profundo que está oculto bajo las aventuras de los personajes.

Este tema profundo tiene tres características:
• Es una pregunta.
• Es habitual que al inicio del libro un personaje secundario diga o insinúe esa pregunta. Pero no llamará la atención ni del lector, ni del protagonista.
• La pregunta se responderá al final del segundo acto. No tiene que ser dicha en voz alta pero debe ser claro por la actitud del protagonista; él ya sabe la respuesta y gracias a eso puede tomar las decisiones correctas.

Te doy ejemplos:

● ¿Está justificada la deforestación para favorecer el progreso industrial?
● ¿Es más importante mantener a alguien a salvo que respetar su voluntad?
● ¿El bienestar común está por encima de la felicidad personal?
● ¿Es correcto traicionarse a sí mismo por lealtad a otro?
● ¿Existe el bien y el mal?


Dato extra, si escribes una trama ligera puedes tener un conflicto ligero. No todos los problemas son igual de complejos. Tomemos el ejemplo de una película cómica, porque a mi gusto son las historias más ligeras. En Miss Simpatía su tema profundo es: ¿se puede ser femenina y ruda al mismo tiempo? Finalmente la protagonista descubre que sí y resuelve la trama asumiendo ambas identidades para que veamos que ya tiene la respuesta.


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¡Nos vemos! Te deseo mucha suerte.
¡Y que Calíope nos ampare!

Nydra Horos