Qué personajes puedes crear

No te limites, crea lo que quieras. No pienses en «si podrías hacer esto o aquello», si «estará permitido usar tal o cuál cosa». O «si un personaje con ciertas características, o posesiones, podría ser aceptado». Todo es válido (bueno, casi todo). Sigue estás reglas y es muy probable que tu personaje sea viable.

● Los personajes tienen que entrar en los límites argumentales de la ambientación. Es decir, no se pude crear un orco si el juego se ubica en Londres de 1900. Hay que apegarse a las reglas evidentes del mundo sin que esto limite tus posibilidades de desarrollarte en él.

● Los personajes solo pueden tener la magia que corresponde a su clase. Y, posteriormente, si se adquieren hechizos o encantamientos éstos deben apegarse a sus descripciones.
En general, la magia es un asunto delicado y debe estar regulado por el Narrador.

● Hay que respetar los temas sensibles que se hayan establecido en la sesión 0 y los que no permito en mi mesa. Ningún personaje puede transgredir, directa o indirectamente, los límites que rocen esos asuntos. El argumento de que «eso haría mi personaje», no tiene ningún valor. El juego se acuerda entre personas, no entre personajes.

● No manipules; ni a otros personajes, ni la historia del mundo, ni a la ambientación. Y no impongas el protagonismo de tu personaje sobre el de los demás.

● Ningún personaje nuevo puede comenzar teniendo más de 1 de oro real (aunque argumentalmente puede tener más), ni una armadura legendaria o arcana o alguna situación que pueda favorecer el modo dios. Las reglas son flexibles, es importante que los personajes puedan crearse al gusto, pero no hay que abusar de esa confianza.


Sin embargo, queda claro que cada mesa es un mundo y la decisión final en cualquier tema siempre estará en manos del Narrador.